Hoy cumplo un año más de Vida y tengo tanto que celebrar y agradecer.
Sin tregua pasan los años, pero sólo el Tiempo tiene el buen detalle de conservar la eternidad de algunos momentos, de personas entrañables, que han participado en mi vida de forma más o menos consciente y, algunas, hasta sin darse cuenta; amistades sin caducidad que tienen reservado espacios inmutables en el corazón, y amores que enseñan a amar desde el amor y desde el desamor.
Aún estoy refugiada en la “cuarentena” de la edad, entendiendo ésta desde un doble sentido: uno, simplemente numérico y, el otro, extraído, por una parte, de un sentimiento de aislamiento, a fin de evitar contagiarme del miedo a sufrir las consecuencias del transcurrir de los años; y, por otra parte, de la protección que brinda la maravillosa templanza de la madurez, que mitiga los resortes de la edad y ayuda a entender las circunstancias de la Vida.
Desde ese Tiempo, desde el Ahora eterno, sólo puedo y quiero, de todo corazón, dar las GRACIAS por todo, por tanto❤️❣️
María