Érase una vez una princesa…
Erase una vez una princesa que se empeñó en demostrar que era una guerrera y que podía salvarse «sola», así como también a toda persona que ella creyera desvalida. Cuál era la soberbia que le llevaba a tal ceguera, que no se daba cuenta que los verdaderos principes valientes no necesitan demostraciones de valentía, porque […]