Sobre el amor romántico

Más que palabras, pedimos hechos, para amortiguar la desconfianza generalizada en el Amor. Y, aún acompañadas las expresiones verbales con gestos fácticos y detalles sublimes, que las refuerzan de cariño e ilusión, aún así, nada impide al Miedo entrar, sutilmente, pero bien armado de desconfianza, protegiéndonos del sufrimiento que provoca la decepción y el engaño. Y, de nuevo, el mismo Miedo toma el control de la situación y desaparece el Amor. Lo más triste es que, a veces, el Miedo ha tenido razón y eso le refuerza. Todo se reduce a una cuestión de elección: Amor o Miedo?. Ambos son incompatibles en una misma sala. Llámenme ingenua, pero necesito confiar, así que mi elección es el Amor, es la apuesta segura, porque de estar alguien equivocado en el pequeño mundo de dos, sería la persona que «engaña o se engaña», o, en todo caso, que se deja llevar por esos miedos llamados inseguridades, y/o, malicias y tantos otros provocados por su propio aprendizaje de vida. Agradecer, perdonar y dejar ir es la reacción del Amor, que abrazado a la confianza sigue caminando a través de corazones sanos y almas grandes.

María Falcón Caro

 

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