Habitualmente opinamos de todo y de todas las circunstancias que pueden rodear a una persona, y a la persona como tal y con ello a nosotros mismos, a veces siendo nuestro peor enemigo al limitarnos nuestra propia existencia con parámetros convencionales o sociales, que distan de la naturaleza del amor y de la comprensión, y muchas veces de la razón.
En la mediación integradora detectamos esos pensamientos y los transformamos en respeto desde la humildad del corazón, reconociendo la maravillosa imperfección de la Humanidad que nos hace absolutamente únicos y que nos da permiso para equivocarnos y poder aprender y con ello vivir.
Dra. María del Castillo Falcón Caro
www.imediacionintegradora.com
Una de las principales enseñanzas del estupendo curso de mediación que estoy haciendo con vosotros es ser consciente de que juzgo a los demás continuamente. El ser consciente me está ayudando a intentar no hacerlo. Gracias.
Gracias a ti Manuela, se nota que ya estas «integrando» ;-). Besos