Lo que está consiguiendo este maldito virus:

Que las personas se unan para aislarse.

Que las distancias no existan.

Que los progenitores separados dejen de estarlo cuando se trata de velar por el bien de sus hijos y de la sociedad, desechando el egoísmo y el apego para cambiarlo por amor y protección.

Que España reconozca su verdadero enemigo y se una en una lucha solidaria contra el mismo.

Que el mundo entero se haga cómplice de los mismos sentimientos, llegando a hablar un único idioma, aquel que deberíamos tener siempre presente todos: el del amor,  que comienza por uno mismo porque cuidándome, cuido a los demás y cuando cuido a los demás me cuido a mí mismo.

Que nos demos cuenta de que en realidad sólo se tiene lo que se da.

Que es necesario parar para poder avanzar, siendo más conscientes de lo que somos y de lo que necesitamos y de lo que podemos ser.

Sólo basta entender que todos formamos parte de lo mismo y, por eso, nuestra madre Tierra, afanada por sobrevivir, nos enseña  a valorar y a respetar. 

Y cuando entendemos lo que nos sucede, cuando nos damos cuenta, crecemos y ante ello los conflictos desaparecen porque su propia existencia deja de tener sentido.

María del Castillo Falcón Caro